jueves, 27 de mayo de 2010

Violencia contra las mujeres

Por desgracia las violaciones y violencia doméstica nunca fueron ajenas a las mujeres. En un mundo con menos derechos que ahora se pueden imaginar que estas prácticas aberrantes eran más comunes y estaban más naturalizadas que hoy en día...

En América Latina colonial fue distinto el trabajo desempeñado por las mujeres de origen blanco que el realizado por las indígenas, negras, mestizas y mulatas, Las primeras, recluidas en el hogar, tenían hijos que luego serian los dominadores pero que en el hogar sufrían en peso del patriarcado.
El trabajo de la mujerindígena, destinado a producir un excedente para dar cumplimiento al pago del tributo, podría ser calificado de impuesto, mientras que los hombres de esas comunidades entregaban su plustrabajo íntegro y directo en las minas y haciendas.
La mujer indígena también tributó sexualmente a los conquistadores. Este proceso es medular para comprender por qué la mujer, especialmente mestiza, aceptó a lo largo del tiempo la subordinación en ése y otros planos de la existencia, fenómeno castrador que ha devenido en despersonalización o pérdida de identidad. También siguió practicando su tradicional economía de subsistencia, comerciando los pequeños excedentes.
Tanto la mujer negra como la indígena fueron reproductoras de una fuerza de trabajo destinada a ser explotada por la clase dominante española y criolla. Las mujeres indígenas y luego las mestizas, además de las negras, las zambas y mulatas fueron explotadas no sólo sexualmente sino también económicamente.
Los matrimonios del sector blanco eran generalmente pactados por los padres de los novios. Se fijaba una dote con el fin de garantizar un “buen matrimonio” para la hija; dote que, además, creaba de hecho una diferenciación social entre las mismas mujeres. Si la novia se negaba a casarse con quien disponía el padre era sometida a todo tipo de presiones e incluso a castigos violentos o traslados forzosos